La falta de atención adecuada de los síntomas pueden llevar a complicaciones graves e irreversibles en algunos casos como son:
Nota: Estos síntomas pueden ser provocados por otros factores aparte de la BPH. Podrían ser signos de enfermedades más graves
El diagnostico puede ser establecido desde la primer consulta por los urólogos de nuestro centro quienes cuentan con amplia experiencia en el manejo de este padecimiento y que realizaran el ultrasonido o los estudios necesarios en su primer consulta.
Estos procedimientos por lo regular se hacen en el consultorio de su proveedor de atención médica o en una clínica de cirugías ambulatorias.
La cirugía se puede hacer de muchas maneras diferentes. El tipo de procedimiento dependerá del tamaño de la próstata y lo que la hizo crecer. El médico tendrá en cuenta el tamaño de la próstata, su estado de salud y el tipo de cirugía que usted desea.
Todos estos procedimientos se hacen pasando un instrumento a través de la abertura en el pene (meato). Usted recibirá anestesia general (dormido y sin dolor), anestesia raquídea o epidural (despierto pero sin dolor) o anestesia local y sedación.
Las opciones son:
La vaporización por plasma TURis es una opción quirúrgica completamente nueva. ELG urología de vanguardia, ya la está utilizando para tratar la hiperplasia benigna de próstata. Además, esta tecnología permite realizar biopsia prostática.
Se trata de un innovador desarrollo que implica un procedimiento quirúrgico más seguro y menos invasivo para remover el tejido prostático.
Al contrario de la resección transuretral de próstata convencional, este nuevo procedimiento no corta el tejido sino que lo vaporiza con un pequeño electrodo. Con la ayuda de la última tecnología se crea un campo de plasma que recubre el electrodo semiesférico, cuya concentrada energía se libera sobre el tejido y lo vaporiza. Así, el cirujano retira las células de manera segura y suave deslizando el electrodo sobre el tejido prostático. Prácticamente no es necesario ningún contacto directo entre el electrodo y el tejido. A diferencia de otros tratamientos quirúrgicos que operan con energía, la vaporización por plasma no daña ni irrita el tejido sano con lo que se evitan las complicaciones postoperatorias. Esta moderna vaporización por plasma no sólo vaporiza el tejido, sino que también coagula su superficie y lo deja liso y uniforme. Se evita el sangrado durante y después de la cirugía, lo que estimula una rápida cicatrización de la herida..
El alto grado de seguridad durante el delicado procedimiento de la vaporización por plasma incide sobre el tiempo de recuperación postquirúrgico. El catéter que comúnmente se inserta a través de la uretra luego de una cirugía de próstata, por lo general se retira 24 a 48 horas después de la vaporización por plasma ya que sólo provoca lesiones mínimas. Por el contrario, en otros procedimientos el catéter permanece colocado durante varios días.
Este suave procedimiento acelera el proceso de curación, y el tracto urinario funciona adecuadamente muy pronto después de la cirugía. Por lo general, el paciente podrá abandonar el hospital al día siguiente de la operación y volver a su vida normal.
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